domingo, 9 de diciembre de 2012

Nunca me gustó la policía

Sí, lo confieso. No sé muy bien por qué... (?)
Quizá fuera porque viví muchos años en dictadura y vi cómo se las gastaban los que vestían de gris.
¡Ahhh!, y que conste que estos policías de la noséquécracia y aquellos de la dictadura, nunca me pusieron el palo encima. (Ni debajo, siquiera). Pero sí, me producen repelús y repulsión. (Sálvense los que puedan).

Cuando nos ponemos a hablar de policías —a mí, por lo menos, me pasa— metemos en un pésimo talego tanto a los que maltratan al ciudadano con crueldad, deleite y alevosía, como a los que desempeñan trabajos más humanitarios y acordes con los derechos humanos y la democracia.

Pero estamos teniendo un problema en esta noséquécracia española que en estos tiempos se pone más de relieve gracias a la proliferación de cámaras fotográficas y a la enorme velocidad de la distribución de imágenes. Con esto trato de decir que no es que ahora los policías ultra-violentos sean más violentos que nunca. Yo creo que esos escuadrones han actuado siempre de la misma manera, pero en los duros años de la larguísima dictadura y en muchos de estos de la noséquécracia, no veíamos las imágenes de sus peculiares maneras de actuar.

El fenómeno —tristísimo, duro y dramático fenómeno— de la crueldad policial aquí en España, lo viene denunciando en varios vídeos de YouTube, a manera de un desfacedor de entuertos, el policía jubilado José Martínez Díaz, que terminó siendo sargento de la guardia urbana de Barcelona.

Nunca me gustó la policía porque de ellos lo que abunda mucho es la violencia excesiva que despliegan contra el ciudadano, con total impunidad. Pero en el caso del ex-sargento de la Guardia Urbana de Barcelona, confieso que ese tipo de policías —aunque estén jubilados, o quizá por eso— me empiezan a caer bien.
Este hombre lleva una lucha valiente y ejemplar, para denunciar los modos de operar de los antidisturbios de la policía nacional y de los mossos d'esquadra. Y los llama por sus verdaderos nombres: fascistas, perros rabiosos, mercenarios, sedientos de sangre, mamporreros, cabrones, descerebrados, ...
Creo que esos comportamientos de los antidisturbios y los policías infiltrados en las manifestaciones pacíficas que tienen a bien hacer los ciudadanos, merece urgentemente un serio tratamiento. Una urgente solución.
Yo estoy convencido de que son los mismos —con las correspondientes renovaciones de individuos— que actuaban como brazo tonto de la dictadura franquista. Que utilizan los mismos métodos y la misma filosofía en sus 'trabajillos'. Que se siguen los mismos criterios de selección: agresivos, musculosos, pendencieros y con poquito cerebro.

Y que no hay que culpar de eso a los políticos que teóricamente los mandan hacer esos 'trabajillos' ya que no tienen los suficientes ... {esos...} para cortar sus excesos, para castigar sus faltas a los respetos y a los derechos del ciudadano, para acabar con su ocultación de identidad, para reciclarlos, humanizarlos, etc. etc...
Como tampoco tuvieron los esos..., para disolver el cuerpo militar-policial de la guardia civil y el de los legionarios cuando llegó la noséquécracia ya que fueron los principales brazos tontos de la cruel dictadura.

En respuesta reciente al blog de un ciber-amigo, que aborda la misma problemática, esto fue lo que le dije:

Estoy muy de acuerdo con todo lo que dice el policía jubilado José Martínez Díaz.
Es grave lo que está pasando en España con los policías provocadores, pendencieros, agresivos y casi terroristas. O mejor dicho: el brazo tonto del terrorismo de Estado.

Es una temática que llevo abordando repetidamente. Me preocupa mucho. Es muy grave y preocupante.
En principio lo abordo aquí en funcionarios muy especiales. Aquí en policias y rottweiler. También aquí en las cositas de los policías y por último en violencia policial.

Pero yo no opino exactamente lo que el ex-sargento de policía barcelonés, en cuanto a que dice que esos tipos de policías los fabrican o los azuzan los del Partido Popular. Han actuado siempre así. Siempre emplean los mismos métodos de exceso de crueldad y violencia al tratar a los ciudadanos.
Desde que eran el brazo tonto de la dictadura y vestían de gris, y después con otros colores de uniformes y de gobiernos noséquécráticos.
Desde el gobierno de Adolfo Suárez al de Mariano Rajoy, pasando por los de L. Calvo-Sotelo, F. González, J.Mª Aznar y JLR Zapatero. ¡¡Ahhh, y no nos olvidemos de la crueldad de los mossos d'esquadra!!, cuando —incluso— estaban "bajo las órdenes" del izquierdista catalán Joan Saura i Laporta.

Es un fenómeno muy grave que no cabe en una verdadera democracia y como ciudadano no tengo nada claro qué es lo que deberíamos hacer para acabar con esa jauría uniformada que me están haciendo que le tome asco a todo el que viste un uniforme policial (aunque actúe de paisano).

7 comentarios :

Felipe Medina dijo...

Estoy muy de acuerdo contigo.Con las honrosas excepciones de aquellos que en determinadas ocasiones han asumido su papel democrático aún hay mucho tipejo que no ha aceptado este régimen de ¿libertades?

Lo que estamos viendo ahora nos retrotrae a épocas que creíamos superadas y,sin embargo,vemos cómo los que deberían ser garantes de las libertades y seguridad son los primeros en utilizar la fuerza que el Estado ha depositado en ellos no para proteger sino para amedrentar.

Un fuerte abrazo

¡Salud y República!

Ana dijo...

Son los mismos perros rabiosos con el mismo collar. La policía abusa de su autoridad y son muy chulillos con su placa y si en ella, parecen todos hijos de Franco y de la dictadura. Habrá excepciones como en todas partes, pero hay mucha basura en su manera de aplicar el orden. Que asquito si estos son los nos deben cuidar y defender.Mucha, mucha policía que diría Sabina.

Besicos y bien hallado.

Antonio Rodriguez dijo...

Los antidisturbios son por naturaleza despreciables. Son desechos humanos porque han elegido la peor y mas despreciable de las profesiones que una persona pueda ejercer, reprimir mediante la violencia fisica a sus conciudadanos.
Y los antidisturbios son seleccionados para que puedan cumplir ese objetivo, del mismo modo que la dictadura elegia a los miembros de la policia politico social, personas con inclinaciones sádicas y potencials torturadores.
Ahora al igual que un perro potencialmente agresivo expresa su agresividad en función de la actitud y la educacion que recibe de su dueño, los antidisturbios desarrollan sus "cualidades" de una u otra manera dependiendo de la direccion política que tengan.
Un ejemplo, durante el mandato del PSOE la ocupacción de la Puerta del Sol por el 15M no causó problemas de orden público porque la directriz fue la de no intervenir. Desde la llegada del P.P. al poder casi todas las actuaciones de los antidisturbios han acabado en enfrentamiento y represión violenta por parte de los antidistubios, por esas son las direcrices políticas; tratar de desprestigiar la protesta mediante la orquestación premeditada de la violencia.
Con esto no quiero justificar al PSOE, que pudo encuazar mejor determinados excesos de la policia y no lo hizo como tampoco hizo cumplir con la obligacion de la identificacion de los policias.
En resumen lo que pretendo decir es que el problema de la violencia de los antidisturbios son dos, la propia personalidad de los sujetos y la direccion politica que se les da.
Un abrazo y perdona la extensión.

Salud, República y Socialismo

Jesús Herrera Peña dijo...

Ana, ¡qué casualidad! ¿Te puedes creer que el título que estuve pensando poner es "Mucha, mucha policía"?
Pero estamos muy equivocados todos los que creemos que la policía está para proteger al ciudadano y cumplir y hacer cumplir las leyes. Eso creía yo hasta ayer.
No; la policía en España está de guardaespaldas de los gobiernos. Y& los gobiernos ya sabes que están en contra del pueblo. Al menos, de esa parte del pueblo que no les vota.

Besicos y dieciochos los ojos...
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Antonio, con tu frase: los antidisturbios son por naturaleza despreciables me dejas más descargado de conciencia. Porque no me gusta odiar pero esas formas de actuar de esos policías me están haciendo que coja odio, asco y repudio —no solamente a los que ejercen de antidisturbios, que no los sé distinguir— a todo el que viste un uniforme policial.
Y esto es grave y enfermizo. Y eso lo están consiguiendo esos escuadrones de mocitos uniformados que si no estuvieran en la policía serían matones de discoteca (algunos ya lo alternan); pandilleros neo-nazis-cabezas rapadas o apalizadores de inmigrantes, negros o izquierdistas.

Pero no sublimes tanto al PSOE (yo también le tuve devoción y fui un forofete), pues en la madrugada del 16-M en la plaza de Sol, a los ciudadanos que desalojaron les dieron patadas y 'ostias' además de las eufemísticas y crueles "defensas". Recuerda también que fue Rubalcaba el que elevó a lo más alto de la policía de Valencia al personajillo despreciable de «el enemigo».
y no te olvides del tratamiento que se dio a la manifestación laica, en comparación con los de la jornada mundial de las juventudes católicas 2011.

Por todo lo demás, de acuerdo contigo y agradezco la extensión de tu comentario.

Salud, República y Socialismo

Jesús Herrera Peña dijo...

No, Marta, no. No es tu ordenata. Es mi mente, que se quedó en blanco.
Yo no me creo compromisos conmigo mismo ni con los demás, de forma que cuando no me llega la inspiración, me paso días y días sin escribir en el blog.
Pero no tires tu ordenata, por favor. Son cacharros que tienen todo lo que nos cuenta la religión: Los ordenatas llevan dentro de ellos el cielo y el infierno. Lo mismito que la propia Internet.

Me debieras recordar cuál fue mi primera entrada porque yo no la recuerdo. (?)
Si tiras el ordenata por la ventana de la cocina (no te lo aconsejo) procura que no caiga en la cabeza de nadie aunque esa cabeza lleve casco. Si te sirve de consuelo, más de una vez he estado tentado de tirar el mío al "punto limpio" en esas veces que se me ha puesto infernal.

Besitos,

Antonio Rodriguez dijo...

Jesús, no hay en mui ninguna intención de sublimar al PSOE. El PSOE tiene mucha responsabilidad de lo que hoy está ocurriendo en este país, por comisión y sobre todo por omisión.
Lo que pretendía decir es que al margen de la actitud innata de los antidisturvios a usar la violencia, esa actitud puede ser mitigada o controlada si desde el poder político se les da una directrices concretas y además se les exige responsabilidades por sus abuso y no como sucede tanto por parte del P.P. como del PSOE que se les protege.
Un abrazo.
Salud, República y Socialismo

Jesús Herrera Peña dijo...

Sí, Antonio, si te entiendo perfectamente. Te pasa lo que nos pasa a tantos otros. Que al lado de estos ultras de la derecha que en todo son los dignos herederos del franquismo, cualquier cosa que haga un partido que se llama de izquierdas nos parece de un izquierdismo acojonante.
¡¡Todo es tan relativo en esta vida!!

Saludos amistosos,

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