Sí, lo confieso. No sé muy bien por qué... (?)
Quizá fuera porque viví muchos años en dictadura y vi cómo se las gastaban los que vestían de gris.
¡Ahhh!, y que conste que estos policías de la
noséquécracia y aquellos de la dictadura, nunca me pusieron el palo encima. (Ni debajo, siquiera). Pero sí, me producen repelús y repulsión. (Sálvense los que puedan).
Cuando nos ponemos a hablar de policías —a mí, por lo menos, me pasa— metemos en un pésimo talego tanto a los que maltratan al ciudadano con crueldad, deleite y alevosía, como a los que desempeñan trabajos más humanitarios y acordes con los derechos humanos y la democracia.
Pero estamos teniendo un problema en esta
noséquécracia española que en estos tiempos se pone más de relieve gracias a la proliferación de cámaras fotográficas y a la enorme velocidad de la distribución de imágenes. Con esto trato de decir que no es que ahora los policías ultra-violentos sean más violentos que nunca. Yo creo que esos escuadrones han actuado siempre de la misma manera, pero en los duros años de la larguísima dictadura y en muchos de estos de la
noséquécracia, no veíamos las imágenes de sus peculiares maneras de actuar.
El fenómeno —tristísimo, duro y dramático fenómeno— de la crueldad policial aquí en España, lo viene denunciando en varios vídeos de YouTube, a manera de un desfacedor de entuertos, el policía jubilado José Martínez Díaz, que terminó siendo sargento de la guardia urbana de Barcelona.
Nunca me gustó la policía porque de ellos lo que abunda mucho es la violencia excesiva que despliegan contra el ciudadano, con total impunidad. Pero en el caso del ex-sargento de la Guardia Urbana de Barcelona, confieso que ese tipo de policías —aunque estén jubilados, o quizá por eso— me empiezan a caer bien.
Este hombre lleva una lucha valiente y ejemplar, para denunciar los modos de operar de los antidisturbios de la policía nacional y de los mossos d'esquadra. Y los llama por sus verdaderos nombres: fascistas, perros rabiosos, mercenarios, sedientos de sangre, mamporreros, cabrones, descerebrados, ...
Creo que esos comportamientos de los antidisturbios y los policías infiltrados en las manifestaciones pacíficas que tienen a bien hacer los ciudadanos, merece urgentemente un serio tratamiento. Una urgente solución.
Yo estoy convencido de que son los mismos —con las correspondientes renovaciones de individuos— que actuaban como brazo tonto de la dictadura franquista. Que utilizan los mismos métodos y la misma filosofía en sus '
trabajillos'. Que se siguen los mismos criterios de selección: agresivos, musculosos, pendencieros y con poquito cerebro.
Y que no hay que culpar de eso a los políticos que teóricamente los mandan hacer esos '
trabajillos' ya que no tienen los suficientes ... {esos...} para cortar sus excesos, para castigar sus faltas a los respetos y a los derechos del ciudadano, para acabar con su ocultación de identidad, para reciclarlos, humanizarlos, etc. etc...
Como tampoco tuvieron los esos..., para disolver el cuerpo militar-policial de la guardia civil y el de los legionarios cuando llegó la
noséquécracia ya que fueron los principales brazos tontos de la cruel dictadura.
En respuesta reciente al blog de un ciber-amigo, que aborda la misma problemática, esto fue lo que le dije:
Estoy muy de acuerdo con todo lo que dice el policía jubilado José Martínez Díaz.
Es grave lo que está pasando en España con los policías provocadores, pendencieros, agresivos y casi terroristas. O mejor dicho: el brazo tonto del terrorismo de Estado.
Es una temática que llevo abordando repetidamente. Me preocupa mucho. Es muy grave y preocupante.
En principio lo abordo aquí en
funcionarios
muy especiales.
Aquí en
policias y rottweiler.
También aquí en
las cositas de los policías y por último en
violencia
policial.
Pero yo no opino exactamente lo que el ex-sargento de policía barcelonés, en cuanto a que dice que esos tipos de policías los fabrican o los azuzan los del
Partido Popular. Han actuado siempre así. Siempre emplean los mismos métodos de exceso de crueldad y violencia al tratar a los ciudadanos.
Desde que eran el brazo tonto de la dictadura y vestían de gris, y después con otros colores de uniformes y de gobiernos noséquécráticos.
Desde el gobierno de Adolfo Suárez al de Mariano Rajoy, pasando por los de L. Calvo-Sotelo, F. González, J.Mª Aznar y JLR Zapatero. ¡¡Ahhh, y no nos olvidemos
de la crueldad de los mossos d'esquadra!!, cuando —incluso— estaban "bajo las órdenes" del izquierdista catalán Joan
Saura i Laporta.
Es un fenómeno muy grave que no cabe en una verdadera
democracia y como ciudadano no tengo nada claro qué es lo que deberíamos hacer para acabar
con esa jauría uniformada que me están haciendo que le tome asco a todo el que viste un uniforme policial (aunque actúe de paisano).